27 may 2012

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocritica y pasa la página de la crisis

ABC ha hablado con pequeños, medianos y grandes editores sobre los principales problemas del sector y los retos que afronta ante la 71 edición de la Feria del Libro de Madrid

 

 

Marcela Serras, directora editoral de Planeta

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
Casa de america
Marcela Serras
-¿Cómo encara la Feria del Libro de Madrid?
La Feria del libro de Madrid es una cita muy importante para nosotros porque nos ofrece la oportunidad de descubrir las preferencias de los lectores, ya que en ella se marcan tendencias. Tenemos toda la ilusión y la implicación puesta en este evento.
-¿Cuáles son los retos de un editor hoy en día?
-Como siempre, buscamos buenas historias que puedan llegar a muchos lectores, solo que las historias que más interesaban hace unos años no necesariamente interesan al público de ahora. Hoy día es más importante que nunca aprender a escuchar a los lectores sin apriorismos, y ser capaces de encontrar las historias que les interesan.
-¿A qué cifras de ventas se enfrenta?
-La crisis también está afectando al sector editorial, igual que ocurre en todos los sectores de actividad. Los libreros empezaron el año con dificultades y con unas ventas a la baja en el primer trimestre, pero el punto de inflexión ha sido el Día del libro en Abril, en el que se registraron cifras propias de años previos a la crisis. Actualmente estamos recuperando un buen ritmo de actividad y por tanto, encaramos la campaña de verano con optimismo y con buenas ventas.
-¿Qué estrategias está poniendo Planeta en marcha para adecuarse a la nueva realidad en títulos, tiradas, plataformas, márketing...?
-Nosotros estamos muy centrados en detectar nuevas tendencias ya que siguen existiendo grandes fenómenos de ventas en el mercado editorial, aunque sean de género o temática muy distinto a lo que estábamos acostumbrados. En este aspecto, juegan un papel fundamental las nuevas tecnologías, que nos permiten conocer a los lectores cada día mejor. Actualmente existen grandes bestsellers que son primeras novelas, y esto nos hace querer profundizar todavía más en el oficio del editor, que es quien tiene la capacidad de detectar buenos libros incluso cuando sus autores son desconocidos.
-¿Qué cosas deben dejar de hacerse como antes?
-En Planeta hace ya un cierto tiempo que estamos publicando menos novedades; esto nos permite hacer un trabajo en profundidad, prestando atención al detalle y ajustar al máximo todos los elementos de un lanzamiento. Queremos ser los mejores especialistas en los libros que publicamos, y en esto estamos todos comprometidos.

Joaquim Palau, director gerneral de RBA

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
abc
Joaquim Palau
-¿Cómo encara la Feria del Libro de Madrid?
-Con la ilusión de siempre en un sector en crisis permanente desde hace treinta años, desde que yo empecé, o desde hace cinco siglos, desde que nació el libro.
-¿Cuales son los retos de un editor hoy en día?
-Los de hoy son los de siempre, adivinar los intereses del público y servírselos en forma de libro, de la mejor manera posible.
-¿A qué cifras se enfrenta?
-Más que a cifras nos enfrentamos a un estado de ánimo. La caída del consumo general es brutal, igual que en el sector editorial, donde el sector se atomiza cada vez más y se concentra en menos y menos títulos.
-¿Qué estrategias está poniendo RBA en marcha para adecuarse a la nueva realidad en títulos, tiradas, plataformas, márketing...?
-Contención e ilusión, una paradoja aparente que se concreta en publicar pocos títulos pero muy bien elegidos y editados. La gestión de la calidad es fundamental, y la apuesta por los libros que destacan en ventas. Y una apuesta por el libro de calidad, casi de lujo, por el objeto, por el valor añadido de los materiales, en detrimento, por ejemplo, de las ediciones de bolsillo o los formatos digitales.
-¿Qué cosas deben dejar de hacerse como antes?
-Ninguna. Nuestra responsabilidad con los libros es inmensa, y se concreta en un compromiso único: editar bien.

Julián Rodríguez (Periférica):

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
CORINA ARRANZ
Julián Rodríguez
- ¿Cuáles son los retos fundamentales que la edición de este año plantea al sector?
- El sector editorial parece estar sufriendo dos crisis de distinto signo: la económica y la provocada por la llegada del libro digital. Pero pondría ese "parece" entre comillas, sí, lo entrecomillaría, porque en lo que respecta a Periférica éste está siendo el mejor año desde que, hace 6, pusimos la editorial en marcha, y es así tanto en España como en algunos países de las Américas: hemos ralentizado, por una parte, el lanzamiento de libros electrónicos, apostando por el papel y el trabajo de las librerías literarias; y por otra, hemos insistido en nuestra programación, que, creemos, estrictamente literaria y rigurosa, tratando de mejorar la comunicación con los libreros, de hacerles ver con más claridad nuestro programa... Así, sin hacer concesiones al mercado, como hasta ahora, estamos "surfeando" la crisis, más que "buceándola".
- ¿Qué fórmulas se están explorando en este momento para la reinvención del sector?
- Creemos que una noticia excelente, y para nosotros va a ser muy importante en el futuro particularmente, es la demanda de libros en español en Estados Unidos. Algo que parecía improbable hace 5 o 10 años, está siendo ya la Gran Noticia. Ahí, claro, no tendrán relevancia los "reeditores", es decir, aquellos editores que tan sólo cuentan con catálogos de rescate, sino los editores que apuesten por literatura en español en buena medida, y también por literatura "exigente" traducida de otras lenguas y no de raíz "gringa"... Hay que tener en cuenta que el mercado anglosajón es el menos receptivo a pasar al inglés otros textos: es casi autárquico... Sin embargo, hay un buen número de lectores que, quizá no conocen otros idiomas, salvo el español, que desean acceder a textos importantes procedentes del francés, del portugués, del rumano, del alemán, del italiano... Sí, va a ser clave ese mercado norteamericano para la supervivencia de algunos proyectos editoriales "en español".
- ¿Es necesaria la autocrítica? En caso afirmativo, ¿cómo se haría, en qué se centraría?
- Hace tres o cuatro años vislumbramos que 2011 era un año clave, y difícil, y 2012, un año más "relevante" aún y más difícil... Había muchos signos en el, digamos, ambiente, y el papel de los bancos era cada vez más decisorio en las estrategias de parte del mercado del libro, incluida la supervivencia de algunas librerías con dificultades económicas... Fue entonces, y llevábamos muy poco en esto, cuando nos propusimos un "plan" a 5 años, un plan quinquenal, que tenía un momento de inflexión en el último trimestre de 2011: si sorteábamos ese momento, habríamos encontrado una vía para ir adelante en estos tiempos duros... Y fuimos trabajando para "sortearlo", para pasar ese rubicón... Seguimos en ello, en realidad. La situación es difícil para todos, muy difícil, pero tenemos confianza (ahí está el sector editorial y librero argentino, como ejemplo, tras el corralito y un sinfín de crisis vecinas) en el libro. Y en nuestros libros.

Blanca Rosa Roca (Rocaeditorial):

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ABC
Blanca Rosa Roca
-¿Cuáles son los retos fundamentales que la Feria del Libro plantea al sector de la edición en España?
-Las ventas se han reducido mucho por la crisis, los libreros lo están pasando mal, por lo que el primer reto es vender más, creo que el descuento del 10% puede ser un aliciente mayor este año para los lectores. También hay un reto mayor y que el sector no tiene la solución y es la piratería. Es tan fácil descargarse un libro gratis y en momentos de crisis es una tentación mayor. En Roca editorial contratamos un servicio que rastrea 365 días 24 horas los archivos piratas en todo el mundo de nuestros libros y los anulan. Cada mes encuentran una media de 800 archivos.
-¿Qué fórmulas se están explorando en este momento por parte de tu editorial, Roca, para la reinvención del sector?
-Es dificil encontrar fórmulas mágicas, estamos reduciendo el número de títulos para concentrarnos en los que publicamos e intentar que se vendan más. En la crisis todo se reduce! Tambien vamos a reducir los precios de algunas novedades, aumentando la tirada, para rebajar el coste, empezamos por tres títulos y veremos como funciona.
- ¿Es necesaria la autocrítica? En caso afirmativo, ¿cómo se haría, en qué se centraría?
-La autocrítica se ha hecho varias veces: editamos mucho, y los libreros no pueden gestionar tanta novedad, un libro empieza a venderse rápido o es devuelto a las pocas semanas, sustituído por otros para seguir el mismo proceso. Pero este tema tiene poca solución, cada editor tiene una estrategia diferente. Nuestra estrategia es seleccionar más nuestros libros, ser más exigentes, centrarnos en lo que sabemos hacer mejor y publicar menos títulos al año.

Jan Martí (Blackie Books):

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ABC
Jan Martí
- ¿Cuáles son los retos fundamentales de esta edición?
- En nuestro caso, no abandonamos para nada el formato tradicional en papel, pero sí estamos explorando en nuevas maneras de promocionarlos. Redes sociales, booktrailers en video, fajas con información extra, concursos, etc. Por otro lado, estamos creando nuevos inventos que no son libros. Para junio estamos preparando el CUADERNO Blackie Books, el primer cuaderno de actividades para adultos. Como un vacaciones Santillana para mayores, y para cualquier época del año. Va a ser la bomba.
- ¿Qué fórmulas se están explorando?
- Para nosotros es solo el segundo año. Sigue siendo un experimento. El gran reto es que nos reconozcan, que nos vengan a saludar tantos "fans" de Blackie como el año pasado, y que nos sigan demostrando esa fidelidad. Para nosotros es muy importante mantener esa cercanía, y una vez ahí preguntar, escuchar, notar en qué se fijan más, etc. De todos modos tenemos pensadas un par de sorpresas para poder explicar nuestros libros mejor, y algún regalo extra para motivar la compra. Y habrá firmas de Santiago Lorenzo y Miguel Noguera en nuestra caseta. Por fin autores de aquí!
- ¿Es necesaria la autocrítica?
- Claro, siempre es necesaria. En nuestro caso se centraría en lo bien o mal que hemos sabido explicar nuestros libros a la gente, viendo las reacciones in situ. En otros casos, y en otras casas, creo que sería útil que se reflexionara sobre la sobreproducción de títulos, la monotonía en las estrategias promocionales, y la falta de paciencia y tiempo para la digestión de tanto material. Habría que hacer menos, cuidar más la selección, y dar más tiempo y espacio a cada libro. Parar un poco la máquina. En el fondo, se trata de literatura, de información, no de bollería industrial.

Enrique Redel (Impedimenta):

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ABC
Enrique Redel
- ¿Cuáles son los retos fundamentales de esta edición?
- Primero, analizar por qué el sector editorial de un año a esta parte ha comprobado cómo las ventas bajaban de manera clara y los lectores dejaban de entrar en las librerías. Se está produciendo una crisis de crédito que amenaza con ahogar el sector librero, y por otro lado una mayor deserción del lector, con menos dinero en el bolsillo, de los puntos de venta. La gente que antes compraba por impulso ha dejado de comprar, ya ni siquiera entra en una librería para curiosear. Evidentemente, si no una reinvención, el sector necesita una adaptación. Primero, adecuando la oferta a las nuevas circunstancias del lector. Esto es: publicar menos libros al año y tirar menos. Segundo, y en eso las pequeñas editoriales de recuperación tenemos mucho terreno ganado, acentuando el componente de selección y de buena factura formal. Pensar más los libros y hacerlos mucho más apetecibles, porque el libro no es solo un texto o una buena traducción, sino un objeto hermoso, agradable, que nos tenemos que currar que a uno le guste poseer. Centrarse en el lector literario, no en el lector que no lee. Ese va a seguir sin leer, hagamos lo que hagamos. Y tercero, apoyando a las librerías (a las físicas, me refiero), que son nuestros canales de venta naturales y que son las que nos han colocado donde estamos. No lo están pasando muy bien que digamos y tenemos que apoyarnos en ellas para crecer juntos. De un tiempo a esta parte las complicidades entre libreros y editores se han acentuado: editoriales del mes, presentaciones, regalos al comprar un libro, charlas… El sector español es muy fuerte, y ahora se edita en España como nunca de bien. Tenemos que aprovechar esa fortaleza para volver a sacar al lector a la calle porque somos fiables, no vendemos humo, y ahora se publica mejor que nunca, mejores traducciones, libros más bonitos, autores de más calidad.
- ¿Qué fórmulas se están explorando?
- Creo que el reto básico está en volver a hacer sostenible un sector que hasta ahora había gozado de muy buena salud, pero porque estaba sobredimensionado. La autorregulación ya se está produciendo: editamos menos libros y menos ejemplares, y las grandes apuestas generalistas de hace años ya no son tales. Quizás esto nos pueda servir para hacer que el nivel general suba de nuevo y para que surjan y se consoliden nuevos proyectos basados en la flexibilidad, en la propuesta, en la seriedad a la hora de editar, en el catálogo a largo plazo, más que en el hit miope y cortoplacista que para lo único que sirve es para dar al sector un cierto halo (injusto) de mera industria de entretenimiento. Cuando es mucho más. En un momento en que la gente demanda respuestas, la industria editorial debería estar a la altura y ofrecer propuestas intelectuales para manejar una situación como esta. Solo de ese modo se puede recuperar al lector, a la vez que se apoya el canal tradicional de distribución del libro y se vuelve a la cultura de la prescripción.
- ¿Es necesaria la autocrítica?
- A nivel sector editorial, y ante la crítica (justificada) de que se estaba editando demasiado, y un poco a lo loco, los mecanismos de corrección ya están dando de hecho sus frutos. Hasta ahora las circunstancias habían posibilitado que se editase mucho, demasiado, incluso poniendo al límite la máquina. Ahora, y estoy hablando en términos de sector, se está editando menos, y me da la impresión de que más conscientemente, eso es evidente. Las editoriales son empresas privadas y en cuanto ven que se están pasando de producción, lo que hace que tu rentabilidad baje, solo tienes tres opciones: o buscar nuevos mercados o levantar el pie o adecuar tu estrategia al nuevo escenario. La primera opción ahora no es factible, por la crisis generalizada. Así que optamos por una mezcla de las otras dos: editamos menos y (por lo menos en lo que se refiere a Impedimenta) más bonito y más cuidado. Seleccionamos mucho más, y cuidamos cada libro como si fuera el primero, pero sin intentar vender lo que no es, sino creyendo en cada título.

Luis Solano (Libros del Asteroide):

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
- ¿Cuáles son los retos del sector?
- Los retos son claros y son dos: 1) cómo afrontar una nueva situación en la que hay un descenso claro del consumo “cultural” debido, sobre todo, a la crisis económica, y el afrontarla quiere decir renovarse para adaptarse a esa reducción o intentar incentivar la demanda; y 2) cómo poder desarrollar un mercado digital que respete la propiedad intelectual y permita generar suficiente dinero para continuar incentivando el talento, y cómo hacerlo de una manera ordenada sin perjudicar la situación actual.
- ¿Qué fórmulas se están explorando para la reinvención del sector?
- Da un poco la impresión de que cada uno hace la guerra por su cuenta: los grandes, reduciendo tiradas y plantilla, metiendo más presión en las librerías; pero aguantando, claro, porque si hay empresas que tienen capacidad financiera para aguantar son ellas. Los pequeños, ajustándose más el cinturón y reduciendo gastos generales y tiradas. Pero más que reducir, ajustar, etc., creo que lo que habría que hacer es:
1) Buscar maneras de incentivar la demanda. Si queremos que el mercado no caiga habrá que hacer mejores libros y moverlos mejor.
2) Favorecer a las librerías. Son fundamentales en su tarea de difusión cultural, y últimamente se han visto seriamente amenazadas tanto por las dificultades de acceso a financiación como por la disminución espectacular de las compras para bibliotecas.
3) Desarrollar el mercado digital: bajar el IVA del libro electrónico (no tiene ningún sentido que esté en el 18%), desarrollar adecuadamente los mecanismos de protección que prevé la Ley Sinde, favorecer plataformas como Libranda, fomentar la educación en el respeto a la propiedad, establecer una política de precios adecuada a los costes reales de los libros electrónicos (los precios de los libros electrónicos deberían ser entre un 20 y un 30% más baratos que los precios del libro de papel, porque reflejan sus costes reales). Actualmente los precios son más baratos porque la edición en papel “subvenciona” la edición electrónica, el problema es que cuando la edición en papel se vea reducida, el público se habrá acostumbrado a otro nivel de precios, insostenible, y no habrá manera de volver a subirlos.
4) Apostar definitivamente por la lectura en la educación. Es la única manera de que aumente la base de lectores de nuestro país, todavía muy inferior a la de los países de nuestro entorno.
- ¿Es necesaria la autocrítica? En caso afirmativo, ¿cómo se haría, en qué se centraría?
- Supongo que sí, que es necesaria. Pero quienes tienen que hacerla, sobre todo, son las grandes corporaciones, empeñadas en polarizar los gustos del público hacia muy pocos títulos que venden muchísimos miles de ejemplares y haciendo que otros títulos tan o más interesantes pero de menos expectativas comerciales vean reducidas sus ventas. Aunque también tienen su parte de culpa todos aquellos involucrados en el mercado del libro (prensa, libreros, etc.) que han alentado ese modelo de unos pocos superventas. Ese tipo de mercado tan polarizado puede ser más interesante para unos pocos, los que se aprovechan de él, pero al final es menos diverso, menos rico, y no genera tantos lectores como el que se puede lograr con una oferta más amplia.

Emilio Sánchez Mediavilla (Libros del K.O.):

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
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Emilio Sánchez
- Libros del K.O. es una editorial muy nueva, ¿qué alternativa ofrece frente a las grandes casas?
- En España se reedita mucho y se traducen de nuevo muchos clásicos. Nosotros preferimos los textos de nueva creación, libros «por encargo», crónicas de autor y de no ficción, cosas más atrevidas. Apostamos por los grandes reportajes periodísticos, algo que no estaba muy cubierto. En cuanto a la distribución, tenemos un sistema bastante tradicional. Hemos intentado darle más peso a la venta directa por Internet, pero está claro que la mayoría de los libros se sigue vendiendo en las librerías. El 90% de nuestra facturación procede de libros de papel vendidos por este cauce. El e-book tiene cifras bastante anecdóticas. Hemos apostado por ellos, aunque sabemos que va a pasar mucho tiempo hasta que supongan un porcentaje significativo de los ingresos.
- ¿Qué ventajas presentan las pequeñas empresas frente a la crisis?
Las grandes editoriales, aunque pueda parecer lo contrario, tienen menos cintura para recibir los golpes de la crisis que un pequeño sello independiente. Muchas de ellas están sobredimensionadas y se han convertido en mastodontes con poca capacidad de reacción. Una editorial pequeña es un ordenador en la habitación de casa del editor que soporta, como mucho, una o dos nóminas. En un panoroma de tierras movedizas, una guerrilla puede tener más éxito que un gran ejército regular necesitado de avituallamiento y campos abiertos.
- ¿Cuáles cree que son los «errores» de la estrategia digital de las editoriales?
1) En primer lugar, no puedes vender un libro de tapa dura por 20 euros y pedir solo tres euros menos por el formato digital. Hay que ofrecer precios mucho más reducidos en el e-book que en el papel. Es algo que no terminan de entender algunas editoriales.
2) Tampoco creo que funcione la fórmula del e-book encriptado (para evitar la copia no autorizada). Es una medida de seguridad que me parece un poco absurda. Lo único que se consigue es dificultar la compra legal, los lectores a veces tienen problemas con los códigos. Hemos aprendido a sobrellevar la piratería, así que tenemos que confiar en el lector. Al final, los libros encriptados se obtienen por otros canales.
Para un editor, prescindir de gastos de imprenta y de distribución, puede ser una bendición. Lo que no tengo nada claro son los tiempos. Llevamos una década hablado del advenimiento digital y lo cierto es que, a día de hoy, representa todavía un porcentaje muy pequeño del negocio editorial. Una cosa es que se vendan un millón de kindles y otra que un millón de personas compren regularmente contenidos digitales.
- ¿Qué aguante tiene el papel a largo plazo?
En cuanto a las ventajas de formatos, la más obvia del libro impreso es su naturaleza táctil de objeto "hemoso". No subestimemos el placer fetichista del comprador. De hecho, el sector editorial español, muy en especial el de las editoriales pequeñas, lleva mucho tiempo mimando el diseño y el formato, con la idea de entrar al lector por los ojos y por las manos. Ese placer coleccionista y estético que obtiene el comprador de un libro de papel no desaparecerá por muy barato y fácil que sea el libro digital. Convivirán ambos formatos y nosostros nos intentamos preparar para quererlos a todos por igual.

Irene Antón (Errata Naturae)

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Irene Antón
- ¿Qué retos ha planteado la crisis al sector?
- La crisis es doble, la económica y la provocada por la llegada del libro digital. A las dos hay que reaccionar, por supuesto. Nuestra respuesta ha sido en parte permanecer fieles a ciertos principios o ideales de la editorial, en parte ir cambiando y mejorando aspectos de ella. Somos jóvenes, Errata naturae apenas tiene cuatro años y medio y seguimos aprendiendo. Tal vez una de las estrategias que hemos puesto en práctica que mejor resuma esta idea de "permanecer fieles y, al tiempo, cambiar" es la nueva colección de filosofía para niños que acabamos de poner en marcha. Algo que sí hemos aprendido en nuestra corta vida: un libro no funciona igual en cualquier momento del año, de manera que ahora intentamos ser muy cuidadosos y "calendarizar" la salida de los libros para que tengan las mayores posibilidades de que se les preste atención: ésta es otra estrategia para luchar contra la crisis.
- ¿Qué formulas manejáis para capear el temporal?
- No se puede perder la cabeza e ir en busca de cualquier best seller porque hayan bajado algo las ventas, o ser completamente infiel al planteamiento inicial de la editorial. Somos una editorial pequeña, pero si hay un público fiel que se interesa por nuestros libros, pensamos que hay que cuidarlo. Lo mismo ocurre con los libreros: ellos han sido una pieza clave, han apoyado nuestra programación y ayudado a la editorial a crecer, nos han acompañado. También hemos trabajado para mejorar nuestra distribución internacional, que es otra pieza clave ahora. En principio hemos ralentizado el lanzamiento del libro electrónico para trabajar en todos estos aspectos, pero no hemos dejado de pensar en ello, y estamos preparados para el lanzamiento. Estamos tan sólo trabajando para hacerlo de la mejor manera posible y en el momento que nos parezca más adecuado.

Luis Magrinyà (Alba Editorial)

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ABC
Luis Magrinyà
-¿Cómo encaran una nueva edición de la Feria del Libro de Madrid?
-Siempre esperamos de la Feria ese contacto directo con los lectores que a los editores nos da ideas y, tantas veces, satisfacciones. Este año también, faltaría más.
-¿Sus principales apuestas?
-Nuestra caseta va a ser: un completo festival Dickens en el año de su bicentenario, con La pequeña Dorrit como novedad y las otras siete obras suyas que tenemos en nuestro catálogo.
-Y las nuevas colecciones.
-Sí, tenemos los ojos puestos también en las dos nuevas colecciones que hemos sacado este año: Contemporánea, dedicada a la ficción de hoy, y Rara Avis, una colección de clásicos raros y ligeros.
-Aproveche, le permitimos una recomendación.
-Elegiría «El libro de la señorita Buncle», de D. E. Stevenson, una gran comedia ambientada en la Depresión de los años 30, muy oportuna para los tiempos que corren.

Jesús Egido (Rey Lear/Reino de Cordelia)

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ABC
Jesús Egido
-¿Cómo afrontan una nueva edición de la Feria del Libro de Madrid?
-La feria marca tradicionalmente el ritmo del año. Después de un primer trimestre muy bajo en ventas, nos permitirá conocer si se anima el consumo. Para nosotros, la Feria es fundamental como plataforma para darnos a conocer y poder tomar contacto con nuestro público. Es una ventana para que nuestros autores conozcan a los lectores y, también, un medio para ingresar unas ventas que nos permiten tapar los huecos económicos que nos ha ido dejando este primer trimestre bastante bajo.
-¿Apuestas y novedades?
-Este año intentaremos vender también, por primera vez, libros electrónicos de nuestro catálogo y, también por primera vez, Reino de Cordelia comparte caseta con Rey Lear, lo que nos permite ofrecer a nuestros lectores casi 140 títulos vivos en catálogo.

Javier Jiménez (Fórcola ediciones)

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ABC
Javier Jiménez
-¿Qué retos fundamentales plantea la Feria del Libro al sector de la edición en España?
-Para Fórcola no hay lugar a dudas: nuestro reto es la excelencia. No solo a la hora de editar, sino a la hora de contactar con el público. Eso implica diferenciarse. No se trata de ser los mejores, sino de hacer lo mejor que cada uno sabe hacer. Y de saber transmitir el mensaje.
-¿Qué fórmulas explora su editorial en este momento para la reinvención del sector?
-En mi opinión, uno debe reinventarse a sí mismo todos los días. Ya no valen fórmulas ni patrones, no hay hojas de ruta válidas y seguras. Se trata de echarle coraje, imaginación y capacidad de sacrificio. En definitiva: resistir aportando valor.
-¿Es necesaria la autocrítica? En caso afirmativo, ¿cómo se haría, en qué se centraría?
-Ahora y siempre, la autocrítica es imprescindible para ser editor. Una cosa es ser fiel a una vocación, y otra enfrentarse cada día a la realidad del mercado editorial. Hay que tener espíritu deportivo para aceptar las derrotas, y saber navegar al pairo.

Javier Santillán (Gadir, Premio Nacional a la mejor labor editorial 2009)

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
ABC
Javier Santillán
-¿Cuáles son los retos fundamentales que la Feria del Libro plantea al sector de la edición en España?
-Los retos son muchos ya que coinciden la crisis general con la de la cultura -más que del sector editorial tenemos una crisis cultural-. Hay una visión de la cultura como algo prescindible en tiempos de crisis, cuando en realidad es la mejor herramienta para salir de la crisis y España es, ante todo, una cultura. En términos prácticos se trata de sostener un mundo editorial, que en España es sumamente eficiente pero encuentra una demanda débil y en declive y unas bibliotecas cuyas compras tienden a disminuir drásticamente -y esto es un pecado público, no privado-. No creo que el libro electrónico sea un reto sino una oportunidad que se materializará gradualmente y por supuesto convivirá con el papel. Creo muy importante la supervivencia de las librerías, algo que contribuye vitalmente a mantener un ecosistema editorial sano y mantener el empleo y el valor añadido que crea, y en esto tanto el sector editorial como la administración tienen cosas que aportar.
-¿Qué fórmulas se están explorando para la reinvención del sector?
-Creo que las vías de supervivencia están en reducir en lo posible costes y precios (se han multiplicado las ediciones de pequeño formato) reducir tiradas y reforzar la exportación. Además, está el potencial del libro electrónico y la impresión bajo demanda, que poco a poco contribuirán a reforzar la indiustria. Pero sobre todo: seguir editando libros interesantes.
-¿Es necesaria la autocrítica? En caso afirmativo, ¿cómo se haría, en qué se centraría?
-Creo que la autocrítica la tiene el sector editorial encima de la mesa de forma permanente en estos tiempos. Cada día nos preguntamos qué podemos hacer mejor, cómo hacer mejores libros, más atractivos y que encuentren lectores. Esto es el ABC de la edición y más aún en tiempos difícles. Cada libro que editas es un muindo y una pequeña incógnita y cada vez ejerces la autocrítica sobre lo que has hecho hasta hoy.

Elena Ramírez (Seix Barral)

Reinventarse o morir: la industria editorial hace autocrítica y pasa la página de la crisis
ABC
Elena Ramírez
-¿Cuáles son los retos fundamentales que la Feria del Libro plantea al sector de la edición en España?
-Con gran optimismo. La crisis está poniendo de manifiesto que en los momentos puntuales del año dedicados al libro: Reyes, día del padre, de la madre, día del libro, el mar de tranquilidad en ventas habitual se recupera notablemente. Tenemos 13 autores en la feria, Mendoza, Erri de Luca, Elvira Lindo, Muñoz Molina, Rosa Montero, Vila-Matas, Ignacio Martínez de Pisón, entre ellos, una alineación estupenda.
-¿Cuales son los retos de un editor hoy en día?
-Creo que hoy en día el papel del editor es más relevante que nunca. Editar en tiempos de crisis supone seleccionar con más olfato, hacer más atractivos los libros, afinar en la inversión de recursos, promoverlos con más tino, singularizarlos mucho mejor, custodiarlos para hacer que permanezcan más tiempo en librerías, gestionar sus devoluciones de forma más dinámica; ser más rápido y más vivo.
-¿A qué cifras se enfrenta de pérdida de mercado, o cual es su visión de estas cifras?
-Creo que el mercado global ha superado la caída del 20% constante, salvo repuntes en momentos puntuales. Creo que la gente mira más lo que gasta, el poder adquisitivo es menor, y cuando tiene una excusa (una fecha concreta) se da una alegría o se la regala a otros. El libro sigue siendo un buen regalo económico.
-¿Qué estrategias está poniendo Seix Barral en marcha para adecuarse a la nueva realidad en títulos, tiradas, plataformas, márketing...?
-Tiradas más controladas, reimpresiones mucho más rápidas, mayor visibilidad en punto de venta, promoción en medios más pegada a la salida del libro y siempre con campaña online paralela, gestión rápida de reclasificación de las devoluciones, lanzamiento simultáneo de toda novedad en ebook con promociones online y ofline, mayor contacto directo con libreros y lectores vía digital...
-¿Qué cosas deben dejar de hacerse como antes?
-Hay que dejar de publicar contando con los milagros pero no dejar de creer en ellos; hay que dejar a un lado la ingenuidad y ser más prácticos, sin perder el norte de este negocio: que siempre existirá el lugar para la sorpresa. Digamos que si un libro sorprende y explota, que nos pille trabajando para llevarlo mucho más lejos.

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